Rusia: ¿una nueva guerra fría?

Pocas veces, una imagen, nos puede dar tanta información sobre un hecho o evento, a continuación les muestro una captura de pantalla del webcast de las Naciones Unidas, tomada por la agencia de noticias rusa, Actualidad RT, en ella se muestra los resultados de la votación de una resolución para el tema de Rusa-Crimea, llevada a cabo el día 27 de marzo:


A favor de la resolución "anti-rusa" se pronunciaron 100 naciones, once votaron en contra y 58 se abstuvieron. Entre los países que se abstuvieron se encuentran: Angola, Argentina, Bangladesh, Brasil, China, Ecuador, Egipto, El Salvador, Fiji, India, Paraguay, Senegal, Sudafrica y Uruguay, entre otros.


En contra: Armenia, Bielorusia, Bolivia, Cuba, Corea del Norte, Nicaragua, Rusia, Sudán, Siria, Venezuela y Zimbabue. Aquí se pueden descargar la lista completa de países y votos. Por una parte, tenemos los aliados de Rusia (votos en contra) y por otra el apoyo de muchas de las llamadas economías emergentes (las abstenciones).

Yo soy de la opinión de que Las sanciones contra Rusia "pueden ser catastróficas" para Europa:

Las consecuencias de posibles sanciones contra Rusia "serían totalmente negativas para Europa", comenta, por su parte, la analista Cristina Sánchez Martínez. "Hay un dato básico: en este momento, Rusia tiene invertidos en Europa unos 180.000 millones de activos. Por el contrario, Occidente no llega a los 250.000 millones de activos. Quiere decir que sería absolutamente negativo para Occidente, un lujo que no se puede permitir. Además (…) Rusia tiene relaciones con China: en estos momentos se está intentando hacer transacciones comerciales con la moneda propia, y tiene a la Unión Euroasiática. En estos momentos sería un suicidio para Europa"

Los economistas destacan que la mayoría de estas consecuencias procederán del sector de los hidrocarburos. Europa consume a diario unos 14 millones de barriles de petróleo y productos derivados, de los cuales poco más de tres millones se extraen dentro de la región, una cifra que se redujo a la mitad en los últimos 15 años debido a la escasez de recursos del continente. Europa recibe de Rusia casi cinco millones de barriles. En cuanto al gas, el 40% de las importaciones que realiza Europa provienen de Rusia. En caso de introducirse sanciones contra Moscú, entre el 25% y el 30% de las plantas eléctricas de la Unión Europea podrían experimentar dificultades o detener su funcionamiento, y la población sufriría problemas de calefacción durante el invierno, mientras que tanto el transporte público, el comercial y el privado se verían afectados por la falta de gasolina y electricidad.

Aparte del del gas y el petróleo, existen otros sectores que podrían experimentar problemas, como el turismo, el comercio y la compra de viviendas, en los que Rusia beneficia a Europa. Para poner un ejemplo, tan solo en un año los ciudadanos rusos invirtieron más de 1.000 millones de euros (1.390 millones de dólares) en el sector inmobiliario de España. Cabe mencionar que esta suma es casi idéntica a la que EE.UU. ofreció a Ucrania para paliar la recesión, y sin embargo supone solo la mitad de lo que Kiev adeuda a Rusia por el suministro de gas. Y ello, sin contar que las nuevas autoridades ucranianas deben encontrar fondos para pagar pensiones y financiar otros programas sociales.

Los argumentos anteriores, se pueden apreciar facilmente en las siguientes 2 imagenes, la primera muestra el comercio entre la Unión Europea y Rusia, y la segunda, entre Estados Unidos y Rusia:



Además, recuérdese que medio Alemania fue territorio ruso, durante muchos años después de la Segunda Guerra Mundial, y que actualmente existen muchas empresas rusas instaladas en Alemania, que dan trabajos a miles de alemanes. Tal y como se puede apreciar en las siguientes dos imagenes publicadas por el diario alemán Der Spiegel.




Por ejemplo, en la región de Canarias (España), que hasta hace unos años el turista principal era originario de Alemania, actualmente esta siendo claramente desplazado por el turista ruso, y las políticas turísticas de dicha región, se han empezado a enfocar al perfil y necesidades de los rusos. Además, los rusos quieren invertir en telescopios en Canarias. Finalmente, cabe destacar y recordarles, que la economía de Chipre se mantenía o se encontraba "inflada" por los fuertes flujos de capital provenientes de Rusia. Hoy en día, hay que tener más miedo de las repercusiones económicas de las decisiones políticas, esta claro, que no será tan facil llevarle la contraria o entrar en conflictos frente a una economía como la rusa.

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